La rueda del Karma

Existen muchas definiciones para esta palabra, y su sentido puede variar mucho según el contexto o la cultura que lo usa. Básicamente, el karma es la ley de causa y efecto. Según esta ley, somos el resultado de lo que hicimos en una reencarnación anterior, y seremos el resultado de lo que ahora hacemos en una reencarnación posterior. No necesariamente debe interpretarse como un premio o un castigo, sino que siendo almas que debemos experimentar todo, con el objeto de aprender y evolucionar hacia la perfección, obligatoriamente debemos experimentar una cosa y su contraria. O dicho de otra forma, el karma se encarga de equilibrar nuestras experiencias a lo largo de las encarnaciones, de forma que si en una hemos sido víctimas, en otra seamos verdugos. Y viceversa.

Según esta teoría, no debemos juzgar a los demás: todos estamos viviendo la étapa que nos corresponde en nuestra evolución personal, en función de nuestro karma. Todos somos almas en evolución, y todos tenemos que pasar por todas las situaciones (asesinar, ser asesinado, ser hombre, ser mujer…).

Michael Newton habla del Karma y el libre albedrío en su libro «Destino de las almas«, cuando cuenta que en una de sus conferencias una mujer se levantó y le gritó que no existía el libre albedrío, ya que en su vida está sujeta a fuerzas sobre las que no tiene ningún control. Newton argumenta que el destino es la suma de todas nuestras acciones en gran cantidad de vidas, en todas las cuales hemos tenido libertad de elección. En ese sentido, somos el resultado de todas nuestras elecciones anteriores. Además, hemos sido nosotros (nuestra alma, lo que verdaderamente somos) los que probablemente nos hemos colocado intencionadamente en las situaciones en que ahora nos encontramos.

También comenta que la amnesia que sufrimos en cada encarnación, es la que permite el libre albedrío. Comenta que cuando elegimos nuestra siguiente vida, no se nos muestran todos los escenarios posibles, algo que sí ocurre cuando volvemos después de morir, cuando analizamos nuestra vida pasada, momento en el que podemos ver las distintas posibilidades que podrían haber ocurrido en función de determinadas decisiones. Al final, en todo caso, elegimos las decisiones que tomamos, a pesar de haber venido con la intención de seguir otras.