Mi experiencia

Los viajes fuera del cuerpo fueron la chispa que hizo que mi interés por buscar pruebas irrefutables sobre la existencia de «algo más que el cuerpo» prendiera y por lo tanto de alguna forma son la causa de que esté ahora escribiendo esta web.

Anticipo que nunca he realizado un viaje astral, al menos en la forma en que yo lo busco: pudiendo realizar una comprobación irrefutable. Para ello, cuando empecé con todo esto, preparé 10 papeles con los números del 1 al 10, los puse boca abajo, los revolví bien, los metí en una cajita de plástico, la puse encima del frigorífico (invisible a no ser que midas 2 metros). De puntillas (no soy Gasol) cogí uno de los papelitos y lo pasé a la tapa del recipiente situada también encima del frigorífico, dándole la vuelta para que quedara boca arriba (te estoy viendo, ¡quita esa estúpida sonrisa de tu cara! 😉 ). De esta forma, si alguna vez conseguía salir de mi cuerpo conscientemente, vendría hasta aquí para ver el número y obtener una prueba concluyente (al menos, para mi), de que había salido realmente de mi cuerpo. A día de hoy, sigo sin saber qué número pone en el papel elegido.

En 2010 estuve haciendo varios cursos sobre este tipo de experiencias. Mis expectativas eran grandes, proporcionales a mi ilusión. Como siempre que puedo anoto las experiencias que tengo inmediatamente (para evitar olvidarlas o retocarlas incoscientemente), ahora puedo cortar y pegar esas anotaciones. Si esperas grandes experiencias, puedes pasar al siguiente apartado o comprarte alguno de los libros de la bibliografía relativos a este tema.

Las experiencias van en orden cronológico, y se producen todas a finales de 2.010 y principios de 2.011. Por respetar su intimidad, he rebautizado a mi pareja (Elisa) y a los amigos que aparecen. Por claridad, detallo antes algunos de los conceptos que nombro en las experiencias, para poder entenderlas mejor:

  • OLVE: Técnica energética que, según quiénes me la enseñaron, favorece las salidas del cuerpo (entre otras cosas)
  • Estado Vibracional (EV): Es una de las fases previas a salir del cuerpo, y que SI he experimentado :-D. Sientes que tu cuerpo vibra fuerte y rápidamente, aunque en realidad no es así (aparentemente es el cuerpo energético el que vibra)
  • Ruidos intracraneales: Es uno de los últimos síntomas antes de salir del cuerpo. También los he experimentado, y es realmente impresionante
  • Hemi-Sync: Tecnología basada en sonido desarrollada por Robert Monroe, autor del primer libro que leí sobre salidas del cuerpo

EXPERIENCIA I:

01:00 aproximadamente, después de un largo e interesante día de curso. Me acuesto, y me propongo relajarme primero, antes de comenzar los ejercicios energéticos. Antes de comenzarlos, comienzo a notar un ligero estado vibracional. Inicio un OLVE, y rápidamente el EV se extiende por todo el cuerpo, intensificándose mucho (recuerdo notarlo en las palmas de las manos de forma especialmente intensa). Mantengo el OLVE, y noto la relación OLVE-EV ¡por fin una prueba de que “mover” energía tiene repercusiones que se pueden notar!. Me da la impresión de que cuando hago el OLVE moviendo los ojos (para acompañar la oscilación arriba-abajo), el EV se intensifica más, y que si lo hago sin moverlos, para intentar favorecer la salida del cuerpo, simplemente se mantiene. El EV se mantiene con diferentes intensidades durante mucho rato (¡calculo al menos media hora!), e intento varias veces salir aplicando la voluntad (pero sin objetivo), e intentando mover las para-manos, con el resultado de mover las manos (además, seguía oyendo ruidos del hotel). La sensación de que por fin iba a salir del cuerpo era intensa, estaba seguro de que esta vez por fin si. Al final, como no salía y seguía sintiendo el cuerpo, me dejé ir al sueño para intentar captar lucidez después, como cuenta Gloria Thiago en su libro. No hago quizás demasiada saturación para centrar el objetivo (¿me falla el objetivo?), y me duermo. No recupero la lucidez. Según Felipe, ha tenido que haber asistencia extrafísica, tiene sentido también porque he comenzado el estado vibracional antes de comenzar el OLVE (a no ser que sea que estaba comenzando a desdoblarme incoscientemente (sueño)).

Esto ocurrió justo el día que había comentado al profe mi «problema» para hacer el OLVE, sin tener referencia del resultado del ejercicio (¿cómo saber si lo haces bien, si no vemos ni sentimos nada? -al menos yo-). Como para darme una lección, esa misma noche pude comprobar el efecto OLVE -> EV, ya que podía «gestionar» la intensidad de la vibración moviendo energía. Increíble. El próximo curso comentaré que cómo voy a saber si las proyecciones funcionan, si no he salido nunca, ¡a ver si de nuevo me dan una lección y salgo! 😉

EXPERIENCIA II: (dos noches después)

Al llegar al hotel, igual que me pasó cuando tuve el EV durante el curso, me tumbé en la cama (eran ya más de las 2 AM, estaba cansado), y decidí relajarme un poco antes de comenzar el OLVE. Imagino que me quedé semi-dormido, igual que me pasó en el curso, y de repente me desperté, con un ruido atronador en la cabeza, como si alguien estuviera retorciendo un hierro… GRRRRUUUAAAAAA… y dije ¡tate! Los ruidos intracraneales, yupiiiiii, y además tenían un EV bastante fuerte. Hasta aquí muy bien, me dispuse a hacer OLVE para acelerar el EV y salir, pero al despejarme más despierto, me pasó una cosa muy extraña (yo, que siempre digo que no tengo miedo de todo esto): de repente reinterpreté el ruido, como un alarido aterrador, como una persona gritando con pánico total. Impresionante. Me asusté, y no me atreví a hacer el OLVE, y poco a poco el EV se me fue pasando.

Una pena. Ahora, una vez pasado el susto, vuelvo a interpretar lo que oí como ruidos inter-craneales, los que muchos describen como el último paso antes de salir del cuerpo, creo que si me pasa de nuevo no me asustaré, pero en el hotel desperdicié la mejor oportunidad que he tenido.

Por cierto, una cosa interesante: cuando oí el ruido, tuve la seguridad de haberlo oído más veces anteriormente. Si me lo hubieran preguntado antes, lo hubiera negado, pero cuando lo oí estuve seguro de que no era la primera vez. Seguramente pasa como otras cosas que te pasan sin haber leído / oído sobre el tema anteriormente, y lo olvidas sin darle mucha importancia, pero estoy seguro de que más veces he despertado/adquirido lucidez oyendo ruidos como este.

A la mañana siguiente, desperté de nuevo con un ruido, menos estruendoso, y un ligero EV. Desde entonces (anoche y esta mañana), ni ruidos ni EV, así que me da miedo que se estén «pasando» los efectos del curso, o de la ayuda recibida, si la he recibido, y esto se vaya diluyendo. ¡Espero que no!

Tengo la sensación de que estoy muy cerca de tener éxito, veremos….

EXPERIENCIA III: (aproximadamente 1 mes después)

Noche cenando con George y Eva … Elisa había propuesto quedar a la 1 de la mañana todos en el salón de la televisión (saliendo del cuerpo, claro) y que si alguien cogía lucidez, que avisara a los demás. Como se nos hizo tarde, y estuvimos hablando hasta las 00:30 o 1:00, cuando nos depedimos quedamos para las 4:00. Intento grabarme esta idea en la cabeza… nunca se sabe.

Me acuesto con el propósito de seguir lo propuesto por George: OLVE + exteriorizar energía por las manos para hacer el ejercicio de la bola, para intentar sentir la energía. La experiencia es muy buena en el sentido de que, por primera vez en mi vida, siento activos los chakrás de las palmas de las manos, los 2, al exteriorizar energía para formar la bola. Similar sensación a la que siento en el frontochakra, pero sin presión, simplemente sentía salir la energía, un cosquilleo en el centro de ambas palmas. Intento ver la energía como había descrito Elisa, pero no veo nada. Intento presionar las manos como había dicho George, pero no siento resistencia (al principio habia sentido un poco), y junto las manos sin problemas. En cualquier caso, contento por haber sentido la energía en 2 chakras más.

Finalizo el ejercicio, y hago OLVE. Tenía preparado Hemi-Sync, pero como Elisa está en el baño y me molestará al salir sigo haciendo OLVE para hacer tiempo. En un momento dado, siento un ruido intracraneal claramente, un sonido fuerte que tenía una onopatopeya clara y que memoricé durante un rato, y que ahora ya no recuerdo. Creo que estaba quedándome dormido, y esto me despierta.

Hago OLVE ya que tengo una ligera vibración (para mantenerla), pero entonces sale Elisa, y de acuerdo a su costumbre hace ruidos, incluso dice cosas en voz alta (algo sobre la luz que entra por las cortinas), y todo se va al garete.

Finalmente me duermo. Tengo un largo y complejo sueño, que al menos la parte final sé que la he tenido otra vez recientemente. El inicio del sueño puede que sea la primera vez, pero apenas lo recuerdo. Era una tontería, estaba en un bar, y estábamos varios (creo que los 4). Eva toca las narices al camarero varias veces, y al final el dueño echa la bronca al camarero, que coge una botella de algo y la vacía sobre todos los que estábamos allí, y se va corriendo. A mi me cae bastante, y salgo detrás de él, y llego a un lugar donde el camarero había congregado a mucha gente que lo defendía, y el ambiente se vuelve hostil. Me escondo, pero una niña viene hacia mi, y llama la atención de los demás sobre mi presencia.

Comienzo a huir, y aquí comienza la parte que seguro he soñado antes, hace no mucho. La huída es como si tuviera muchas pequeñas fases, como traviesas de un tren (buf, que comparación más pésima, pero no encuentro otra mejor). El tema es que sentía que tenía que pasar por distintas fases (traviesas), y sabía, porque lo había soñado ya antes, que había 2 con problemas. Cuando llego a la primera la consigo superar, no recuerdo más, pero cuando llego a la segunda me pasa con la primera vez que lo soñé, que me era imposible superarla. Sabía que si la pasaba, ya todo el resto era fácil. Estoy arrástrándome por el sueño, pero no avanzo ni un milímetro, y se que con avanzar un poco salgo de esta «traviesa», y todo acaba, pero 2 niñas me impiden avanzar dándome golpes en la cabeza, que yo intento proteger con mis manos. Los golpes no me hacen daño, aunque intento protegerme para que no me den en la cabeza, y se que hay alguien «amigo» (¿Eva?) conmigo (no como la primera vez, que creo que estaba solo), y le pido que me ayude, que sujete a las niñas, pero no me ayuda. (NOTA: La sensación de no avanzar a pesar de mis esfuerzos la identifico desde el principio con la descripción de estar proyectado cerca del cuerpo, y que la densidad no te deja avanzar ni moverte apenas). En ese momento despierto, estoy de lado, y de repente un fuerte sonido que se parece muchísimo (uf, se me ponen los pelos de punta al recordarlo) a como si hubiera pasado un pájaro grande al lado, y justo al pasar cerca de mi oído derecho, hubiera dado un fuerte aleteo (al volar, no dándome). El ruido es muy fuerte, y simultáneamente siento (no veo, ni oigo) claramente una presencia a mi lado, creo que en mi hombro izquierdo (el que tengo en la cama). Me asusto, y se que tengo que hacer OLVE, pero me da miedo cerrar los ojos, así que comienzo el OLVE con los ojos abiertos, y cuando he hecho unos cuantos ciclos, cierro los ojos. Inmediatamente, al ritmo del OLVE, todo se inunda de luz blanca que va llenando toda la habitación (similar a lo que me ocurrió en el proyectarium al exteriorizar, que fui llenando sin problemas toda la esfera, y que por cierto olvidé apuntar y que me acabo de acordar ahora). Ya sin miedo sigo haciendo OLVE, aunque sin mucha precisión, pero aparentemente no hay nada que temer. La presencia fue clara, nunca lo había sentido, y el ruido muy fuerte, y estando en teoría despierto, así que día completo después del proyectarium: ruido intracraneal, sensación de no poder avanzar (¿proyectado?), percepción de ruido estando despierto (o eso creo), y detección de conciencia a mi lado, que nunca había sentido.

Por supuesto, me desvelo completamente. Sé que son las 4 (no sé porque, pero estoy seguro), pero he dejado el móvil lejos cargando y no puedo verlo. Decido levantarme a escribir todo esto (de hecho, ya he olvidado casi todo el sueño, sólo se me ha grabado bien el tema de las niñas golpeándome para intentar que no avance, que ya lo había tenido) y miro el reloj: las 3:55 en punto (comprobar con Eva y George, ya que al felicitarme el cumpleaños vi que tenía mi reloj del móvil varios minutos retrasados. Según mi portatil el retraso es de justo 5 minutos, por lo que la hora era exactamente las 4:00 en el momento en que ya había pasado todo. Lamento no haber podido llegar a mi cita… igual era lo que las 2 niñas de las narices intentaban evitar. Por cierto, en el artículo del OLVE que esta noche había leído justo antes de dormir, ponía que no tener éxito en el OLVE puede ser debido a conciencias extrafísicas intentando perjudicarte, y de paso que no adquieras una herramienta que les impedirá influenciarte si la tienes. Creo que decía algo así, confirmar por la mañana.

En cualquier caso, contento por todas las novedades que he tenido de regalo de cumpleaños extrafísico. Son las 4:55, me temo que me será complicado dormirme de nuevo.

EXPERIENCIA IV: (unos meses después)

7:30 de la mañana.

Antecedentes: Ningún ejercicio (olve, etc…) al acostarme, ni desde hace muchos días, nada de saturación mental, nada de lectura, lo más que he hecho relacionado con el tema es ver algunos vídeos, pero no relacionados directamente.

La primera fase han sido sueños “normales”. Después de un rato de estos sueños, estaba con Elisa y ha ocurrido algo que es imposible: se ha agachado a coger algo y a la vez yo la seguía teniendo a mi lado. Cuando se ha incorporado yo le he dicho: Elisa, pero esto es imposible ¡no puedes estar en dos sitios a la vez! Salimos a la calle y una mujer nos dice: es muy fácil saber si estás proyectado (nota importante: hasta este momento, en el sueño, ni se me había pasado por la cabeza esta posibilidad, es la mujer la que me hace pensar en ello. Yo nunca cojo lucidez en los sueños, me pase lo que me pase, en esta ocasión ha sido gracias a este comentario de la mujer), si te miras a un espejo, y no te ves reflejado, es que estás proyectado (?). Volvemos y voy a un gran espejo de pared, giratorio, y me miro ¡y no me reflejo!, lo hago girar varias veces para asegurarme de que no me reflejo.

En ese momento, Elisa que también se ha dado cuenta, comienza a decir algo, pero yo la interrumpo para que no me despiste, y le digo: ¡calla! ¡no me reflejo! ¡estoy proyectado! ¡estoy proyectado! En este momento deja de ser un sueño “normal”, tengo muy claro la situacion en la que estoy, y no quiero perder la oportunidad. Pienso con la misma lucidez que estando despierto: pienso en que no debo excitarme demasiado para no volver al cuerpo, pienso que no debo pensar en el cuerpo (¡incluso pienso en que espero que haber pensado eso no sea suficiente para hacerme volver al cuerpo!), y pienso que debo irme inmediatamente de ahí y aprovechar que estoy proyectado. Pienso en salir volando, y todo desaparece de mi alrededor (Elisa incluída) y comienzo a subir. Veo como mis manos se acercan al techo, y comienzan a atravesarlo (¡alucino!), luego el resto del cuerpo y finalmente aparezco en una calle.

Es de día (también lo era en el sueño inicial), y voy volando por encima de los árboles, durante un buen rato, sin dejar de repetirme ¡estoy volando! ¡estoy volando! Estoy, a pesar de mis intenciones de no excitarme, muy alterado, super-feliz, voy dirigiendo el vuelo como me da la gana, sin problemas. Después de un rato, bajo -todavía volando- a una calle por donde va bastante gente paseando entre los árboles. Paso volando sobre ellos, y entonces me cruzo con una familia que viene de frente, acompañados por un niño que vuela alrededor de ellos. Al cruzarnos el niño me mira y sonríe (el resto, claro, no me ve).

Comienzo a pensar en como aprovechar la situación, y pienso en ir a ver a mi hija. No se donde me encuentro, no conozco el sitio, y pienso en que va a ser complicado si tengo que ir volando (me muevo a una velocidad muy lenta, prácticamente como andando o un poco más), y que no sé si sabré trasladarme inmediatamente, simplemente deseándolo. En este momento comienzo a perder lucidez (o quizás lo que comienzo es a perder la calidad de mis recuerdos, ya que no lo recuerdo todo tan claro). Entonces aparece alguien, un hombre de mi edad más o menos, vestido normal, aunque yo tengo la sensación de que es policía (?), y me dice que me va a ayudar. Me lleva a una especie de ascensor, pero en lugar de subir o bajar, salimos por una puerta situada enfrente, y vamos a una especie de cueva abierta. Sé que pasan más cosas ahí, pero no las recuerdo, lo siguiente que recuerdo es… que me despierto. Intento rememorar todo el sueño antes de levantarme a copiarlo, para evitar olvidar los detalles, y finalmente me levanto. Son las 7:30.

 __ Fin de las experiencias __

Respecto a esta última experiencia, no tengo la sensación que he leído algunas veces de gente que dice que cuando hace un viaje astral, no tiene dudas de que no estaba soñando. Yo no puedo decir eso, podría perfectamente ser un simple sueño, aunque es cierto que tenía una lucidez en el sueño que nunca he recordado tener antes. Normalmente, en los sueños me ocurren cosas de lo más insólitas, y yo no tengo control sobre ellas. En este sueño, yo decido hacer las cosas. Otra cosa distinta es que NUNCA había soñado con volar (signo inequívoco en casi todos los libros del tema de que estás realmente proyectado), y desde luego nunca había tenido conciencia dentro de un sueño de estar proyectado en lugar de soñando. Eso es lo que pensaba en el sueño. Bueno, no lo pensaba, estaba ¡completamente seguro de que por fin lo había conseguido!

Durante el vuelo, la sensación era de continuidad, no como me ocurre habitualmente en los sueños, que me pasas cosas, a veces sin relación, pero con “saltos” de unas situaciones a otras. El vuelo ha durado unos minutos, y lo he disfrutado igual que si me hubiera ocurrido estando despierto, ha sido increíble. Otra cosa importante es que razonaba con toda lucidez. Estaba eufórico y disfrutando el momento.

He leído mucho sobre como diferenciar un sueño de un viaje, y nunca he leído nada sobre no reflejarse en los espejos (¿eso no era Drácula?). Pienso que, si esto ha sido un viaje astral, hasta ese momento era un sueño normal, y que el comentario de la mujer (tan directo que parece intencionado) ha sido el disparador de mi lucidez y el comienzo de algo distinto. Por otra parte, el querer ir a ver a mi hija, con la dificutad que a priori tenía (2.000 Kms), parece más obedecer a un deseo o un sentimiento, que a un razonamiento, donde habría pensado (es mi obsesión) en buscar pruebas de que el viaje era real, y lo cierto es que ni se me ha pasado por la cabeza buscar una prueba, y eso que es lo que siempre pienso que haría si algún día me ocurría. No debía tener por lo tanto tanto control y lucidez como pensaba…

Tiendo a pensar que ha sido un sueño, quizás más lúcido de lo habitual, quizás provocado por casi un año de leer e investigar sobre este tema… pero también pienso que ha sido demasiado diferente a los sueños normales. Lo cierto es que estoy contento por la experiencia, y un poco triste por no haber intentado buscar una prueba de que la experiencia era real.

Ah, y gracias, si estais por ahí, a la mujer que me ha dicho lo del espejo, y al hombre que quería ayudarme 😉

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